Nada es realmente como es, ni cómo será, ni como fue. Es solo lo que queremos que sea, o quizás necesitemos ver. Por eso el pasado es doloroso, porque recordamos momentos mejores, que jamás podremos volver a vivir, momentos peores que nos amargan con los antiguos sentimientos de la ocasión. El futuro nos hace soñar, todo allí es brillante, para luego hacernos ves lo que en realidad depara… y nos hace sufrir. Por eso prefiero vivir el presente, donde las cosas que te hacen daño se quedan pasadas donde no hay que volver a mirar jamás, por mucho que cueste mientras que el futuro es un misterio que se desvela poco a poco y al que te enfrentas con una sonrisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario